A pesar de los años,
o precisamente por ellos,
aquí estamos los dos,
sobreviviendo a las lánguidas
tardes de domingo,
a las dudas, a los miedos.
Asidos a este abrazo
donde se funden
la calma y la pasión.
Prendidos a estos besos
con sabor al dulce insomnio
de tus labios en mi piel.
Aferrados a este amor
que no teme al tiempo
porque nos sabe eternos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario