Lloro la nostalgia
del tiempo en el que
existía un "nosotros".
Aquellos días
en los que cada duda
encontraba respuesta en tu abrazo.
Cuando los relojes
no estaban llenos de arena
sino de sueños por cumplir.
Cuando las noches
no traían viejos monstruos,
sino una pasión que creímos eterna.
Cuando la vida no era
la amarga repetición
de estos días sin ti.
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